viernes, 5 de julio de 2013

KAFKA, UN MISTERIO LITERARIO

.Literatura

La literatura de Franz Kafka es peculiar, ambigua y de difícil acceso. Sin embargo, el estilo kafkiano nunca dejó de ser actual, ni siquiera ahora, cuando se cumplen 130 años de su nacimiento.
La literatura de Franz Kafka es peculiar, ambigua y de difícil acceso. Sin embargo, el estilo kafkiano nunca dejó de ser actual, ni siquiera ahora, al cumplirse 130 años de su nacimiento.

La metamorfosis, de 1912, quizá sea el relato más famoso de Kafka. La historia del joven Gregorio Samsa, que un día amanece convertido en un enorme insecto, es un texto inquietante y escalofriante sobre la vulnerabilidad del hombre y su posición precaria en el mundo, que, de la noche a la mañana, lo convierte en una persona marginada.

El poder del texto

Pero, ¿por qué Kafka decidió contar su historia de forma tan enigmática? ¿No la pudo haber escrito de forma más “realista” o “creíble”? Muchos de sus lectores contemporáneos se llegaron a molestar con el carácter misterioso de su literatura, lo cual, en vida, le impidió ser reconocido por un público amplio.

El germanista Thomas Anz, de la Universidad de Marburgo, lo describe como un grandioso poeta de lo absurdo. El experto cree que la literatura cerrada y enigmática de Kafka es un reflejo de lo absurdamente enmarañado de las autoridades, de los superiores y, sobre todo, de las instancias estatales a las que se enfrentan sus figuras.

En libros como El proceso o La colonia penitenciaria, el autor describe la impotencia del individuo ante un poder anónimo. A este tipo de situación de desamparo, una experiencia central de la sociedad moderna de masas, se la conoce como “kafkiana”.

El terror de la modernidad

Según el germanista Michael Braun, director del departamento de literatura de la Fundación Konrad Adenauer, los textos de Kafka expresan el nerviosismo de su tiempo ante el fenómeno de la modernización. El crecimiento de las ciudades, nuevos medios de transporte como el ferrocarril y el automóvil, nuevas técnicas de producción y un Estado hipertrofiado preocupaban a las personas. Braun asegura que esa inquietud aún se puede observar hoy en día.

“Por eso, Kafka muchas veces es considerado como un profeta: una persona que, alrededor del año de 1900, anticipó lo que a partir de mediados del siglo XX se volvió realidad, como el hombre que es controlado constantemente, pero también el hombre torturado, dice Braun y agrega que el libro “La colonia penitenciaria” de Kafka, por ejemplo, tiene muchas similitudes con la realidad en la cárcel de Guantánamo.

Una ambigüedad atractiva

Michael Braun explica que, además, la ambigüedad de su literatura resulta de su identidad polifacética, que, en sí misma, ya era un fenómeno de la modernidad. “Kafka fue judío, abogado y autor. Venía de Praga, era checo y alemán. No será posible encontrar una identidad clara de Kafka en medio de todo este caos de identidades”. Sin embargo, añade Braun, “precisamente eso es lo que hace tan atractiva a la literatura de Kafka”.

Por: Kersten Knipp DW
Publicado el: 2013-07-03
Tomado de la Revista Semana.com.co

Franz Kafka: la gloria después de la muerte
Por Antonio Paz, periodista de Semana.com
'La Metamorfosis', obra del escritor checo, se convirtió en una joya de la literatura universal y catapultó al autor como referente de escritores actuales.

 “Cuando Gregor Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto". Estaba tumbado sobre su espalda dura, y en forma de caparazón y, al levantar un poco la cabeza, veía un vientre abombado, parduzco, dividido por partes duras en forma de arco, sobre cuya protuberancia apenas podía mantenerse el cobertor, a punto ya de resbalar al suelo...” Así comienza La Metamorfosis, la obra insignia del escritor checo Franz Kafka.

Debido a las diferentes divisiones europeas, Kafka nació dentro de los límites del imperio austrohúngaro, al final de sus días era de nacionalidad checoslovaca y si aún viviera simplemente sería una ciudadano de República Checa.

Escribió sus obras en alemán y tenían como principal característica el pesimismo. Fue autor de tres novelas, El proceso, El castillo y El desaparecido, pero el reconocimiento mundial (adquirido en gran medida después de muerto) lo obtuvo con su novela corta, La metamorfosis.

Hoy Google destaca en su ‘doodle’ el aniversario número 130 del nacimiento del escritor europeo, que se convirtió en uno de los personajes más influyentes en la literatura universal. Además de sus novelas, Kafka es autor de un gran número de relatos cortos y escritos autobiográficos.

Su estilo literario lo ubica en la filosofía artística del existencialismo y del expresionismo y muchos autores destacan el contenido psicológico de sus obras a pesar de que era abogado de profesión.

Vida difícil

Hijo de padres judíos, Franz Kafka nació el 3 de julio de 1883 y murió a los 40 años el 3 de junio de 1924, varios años antes de que ocurriera el holocausto nazi en el que murieron sus hermanas.

Algunos de los autores que inspiraron sus escritos fueron Dickens, Flaubert, Cervantes y Goethe. En gran medida se le atribuye su pesimismo y tristeza a la hora de escribir a la muerte de sus hermanos Georg y Heinrich, que fallecieron a los pocos meses de nacidos. Kafka se sentía culpable por los decesos ya que los atribuía a los enormes celos que sentía por la atención que sus padres les prestaban a los nuevos integrantes de la familia.

Además de sus sentimientos de culpa, la difícil relación con su padre lo motivó a escribir La carta, texto que solo se publicó después del fallecimiento de Franz, el cual es un relato dramático en el que el autor narraba su tortuosa vida familiar y en el cual le hacía un fuerte reclamo a su progenitor.

Entre 1913 y 1917 mantuvo una relación difícil con Felice Bauer, lo que dio origen a una correspondencia de más de 500 cartas y un intento de boda que no logró concretarse. En 1917 procuró una reconciliación y organizó nuevamente una boda, que nunca prosperó. 

Por eso, el amor tampoco fue uno de sus aliados, lo que sumado a su difícil vida familiar hizo que sus relatos se cargaran de mayor melancolía. 

Kafka sufrió toda su vida de problemas respiratorios, por lo que llegó a pasar meses internado en hospitales, sin embargo en la navidad de 1923 una pulmonía lo postró en cama y finalmente una complicación con una tuberculosis acabó con su vida a tan solo un mes de cumplir los 41 años.

Su amigo Max Brod publicó los manuscritos del checo aunque el escritor le había pedido que los destruyera luego de su muerte. Su última compañera, Dora Diamant, quien lo vinculó nuevamente con el judaísmo no publicó los escritos que tenía en su poder  pero sí conservó ocultos 20 cuadernos y 35 cartas, que fueron revelados por la Gestapo  cuando los confiscó en 1933.

Años después de su fallecimiento, Kafka empezó a llamar la atención de lectores internacionales y actualmente es un referente obligado de la literatura universal.

Aún hoy se buscan por todo el mundo otros papeles desaparecidos de Franz Kafka, el escritor que vio la gloria después de la muerte. 

 

No hay comentarios: