viernes, 21 de noviembre de 2008

LA EXPOSICIÓN ORAL

El presidente electo de los Estados Unidos Barack Obama,
en pleno discurso ante sus electores.



La exposición oral:



La palabra y el pensamiento están íntimamente ligados. Si no somos capaces de expresar nuestras ideas o sentimientos, de conversar y de utilizar las palabras convenientemente para persuadir a los demás, nuestra vida y nuestras relaciones personales estarán muy limitadas.



LA EXPOSICIÓN ORAL INDIVIDUAL:




La exposición oral individual es un acto de comunicación a través del cual una persona explica un tema a un auditorio. Esta exposición puede hacerse de forma directa o a través de la lectura de un texto redactado previamente.
Es frecuente este tipo de exposición en clases, conferencias, charlas y discursos.
¿Para qué sirve?
Este tipo de exposición se utiliza para compartir con los oyentes unos conocimientos o experiencias que pueden serles útiles para sus estudios, profesión o vida privada.
¿Cómo se prepara?



En toda exposición debe haber:



documentación sobre el tema que se vaya a tratar, basada en la consulta de libros, periódicos, revistas, conversaciones, experiencias, etc.;
organización y análisis de la información extraída;
planificación de lo que se va a decir y de los materiales que se van a utilizar en la exposición;
un esquema y una redacción adecuados.



Antes de componer el texto, será bueno reflexionar sobre la finalidad de la exposición, el espacio donde tendrá lugar esta y la clase de público que la escuchará.
El discurso debe ser fluido y claro, por lo que es necesario que el orador domine el uso de la palabra.



Si el discurso es leído, se habrá estructurado previamente en párrafos breves, separados entre sí. Cada párrafo contendrá una idea, cuyas palabras clave se habrán subrayado.



Estructura:



El discurso debe tener tres partes:
una presentación, que ha de ser breve, concisa, amena y sugerente, es decir, que provoque el interés del que escucha;
el cuerpo de la exposición, en el que se explican con claridad estas ideas; primero, las principales, luego, las secundarias, evitando salirse del tema con divagaciones. La exposición puede ir complementada con materiales o recursos que la hagan más atractiva: anécdotas, ejemplos, transparencias, etc.
una conclusión o final, síntesis o resumen de lo dicho.



En ocasiones, a la exposición le sigue un coloquio, en el que se da al público la posibilidad de intervenir.



LA EXPOSICIÓN ORAL COLECTIVA:



En la exposición oral colectiva intervienen varias personas que expresan su opinión sobre un tema convenido previamente, mostrando en conjunto una gran diversidad de pareceres. En ocasiones la finalidad que se persigue es simplemente mostrar al oyente varios criterios o razonamientos en contraste; pero en otras lo que se pretende es que, a partir de estas diferencias, se establezca una discusión o controversia entre las personas reunidas.



En este tipo de exposiciones es frecuente la presencia de un moderador que presenta a las personas que van a intervenir, pregunta, dirige, reconduce la situación cuando se salen del tema tratado, favorece la intervención, por igual, de todos los reunidos y el respeto y la cordialidad entre ellos.



Se incluyen dentro de la exposición oral colectiva: la mesa redonda, la puesta en común sobre algún tema y el debate.



CARACTERÍSTICAS DEL BUEN ORADOR:



Aunque la exposición oral puede hacerse a través de la lectura, es preferible que se haga de forma directa, mirando al público, para poder observar sus reacciones.
El orador ha de lograr superar la timidez; controlar los nervios y sus gestos; hacer una exposición pausada, ni muy rápida ni excesivamente lenta; modular la voz, dándole el volumen y el tono adecuados; articular correctamente los sonidos, dar la entonación precisa a las frases, hacer las pausas necesarias, evitar muletillas y repeticiones...
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martes, 11 de noviembre de 2008

LA COMUNICACIÓN

Un emisor y un receptor.
Imágen tomada de Google


Necesitamos relacionarnos con los demás. Por eso, el hombre ha desarrollado formas de comunicación que facilitan el intercambio de ideas, conocimientos o sentimientos. Entre ellas destaca el lenguaje.



¿QUÉ ES LA COMUNICACIÓN?



La comunicación es el acto de transmitir información a través de signos interpretados por otro u otros.



Al nacer, realizamos nuestro primer acto de comunicación: lloramos para reclamar la atención de nuestros padres. Después, aprendemos signos, como los gestos y las palabras, que nos permiten relacionarnos con nuestros familiares o amigos. Así, poco a poco, nos vamos integrando en la sociedad.



Los animales también se comunican entre sí o con otros a través de sonidos (ladridos, rebuznos, maullidos, etc.) u otros medios, pero de forma más elemental y menos variada que en la comunicación humana.



La comunicación es primordial en cualquier comunidad porque todos tenemos necesidad de compartir lo que sabemos, pensamos y sentimos.



Algunos elementos naturales, acciones o hechos transmiten también un mensaje: el humo indica que hay fuego; si vemos llorar a un amigo, sabemos que está triste; un coche volcado en una carretera nos revela que ha habido un accidente. Pero en estos casos no existe ninguna intención comunicativa; nadie quiere transmitir nada, somos nosotros quienes establecemos la relación entre lo que vemos y lo que interpretamos.



¿QUÉ ES EL SIGNO?



Signo es todo aquello que sirve para transmitir una información.
El hombre ha creado sistemas de comunicación muy variados. A ciertos elementos que podemos percibir a través de alguno de nuestros sentidos, les ha asignado unos significados, estableciendo entre ellos una asociación que todos los integrantes de la sociedad aprenden. A estos elementos, que tienen una clara intención comunicativa, los ha llamado ‘signos’.
Los signos se relacionan entre sí creando lo que se llama un código o sistema.



Existen varios tipos de signos:



1. No lingüísticos:
Iconos: imágenes que guardan una relación natural con lo que representan, como fotografías, dibujos, mapas, etc.
Señales: elementos a los que se ha asignado un significado arbitrario, es decir, significan lo que hemos decidido que significan, pero igualmente podrían significar otra cosa. Las hay visuales (la luz roja de un semáforo), acústicas (las campanas de una iglesia), táctiles (dar la mano), olfativas (los olores de los perfumes) y gustativas (los sabores de las comidas).
Símbolos: representaciones convencionales para referirse a algo abstracto; por ejemplo, una mujer con los ojos vendados sosteniendo una balanza personifica el concepto de Justicia; una paloma con una rama de olivo en el pico simboliza la paz.



2. Lingüísticos:



El más importante es el signo lingüístico, formado por un significante (sonidos, escrituras, etc.) y un significado (concepto asociado, sentido), unidos entre sí de forma convencional como la cara y la cruz de una moneda. Se utiliza en los diferentes tipos de lenguajes inventados por el hombre, como el lenguaje oral, que combina los sonidos para formar palabras y combina las palabras para crear oraciones. Tiene su correspondencia en el lenguaje escrito, donde los sonidos son sustituidos por letras.



Otros lenguajes son: el empleado por los sordomudos valiéndose de las manos; el código Morse, a partir de puntos y rayas, utilizado en la comunicación telegráfica; y el sistema Braille, manejado por los ciegos, cuyos signos se dibujan en relieve para que puedan percibirse a través del tacto.



LOS ELEMENTOS DE LA COMUNICACIÓN:



En todo acto de comunicación existen los siguientes elementos:
Emisor: el que comunica un mensaje.
Receptor: el que recibe e interpreta el mensaje del emisor.
Mensaje: la comunicación transmitida del emisor al receptor.
Código: sistema utilizado por el emisor para construir el mensaje y por el receptor para entenderlo (la lengua española, el código de circulación, etc.).
Canal: medio por el que se transmite el mensaje (aire, teléfono, televisión, etc.).



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viernes, 7 de noviembre de 2008

GÉNEROS LITERARIOS

Máscaras que distinguen al teatro

Al escribir un poema, una novela, una obra de teatro..., los autores expresan sus sentimientos o inventan historias para compartirlas con los demás. Todas esas obras —en prosa o en verso, largas o cortas, reales o ficticias— que los escritores nos han legado a través de los siglos y todo lo que crean en la actualidad se agrupa en los llamados géneros literarios. ¿Has oído hablar de ellos?



¿QUÉ SON LOS GÉNEROS LITERARIOS?



Al igual que, para comprender mejor la realidad, organizamos los animales en familias, las artes en disciplinas o el conocimiento en asignaturas, las obras literarias, que son muy variadas, se agrupan en distintas clases, los denominados géneros literarios.



Siguiendo a Aristóteles, famoso filósofo de la antigua Grecia, sabios renacentistas agruparon y analizaron las obras literarias más famosas de su tiempo (siglos XIV, XV y XVI) en busca de los elementos por los que destacaban y que, a la vez, las relacionaban entre sí. Se crearon así los géneros literarios: se hizo una clasificación y se establecieron las reglas que un autor habría de seguir para crear una obra determinada —cuento, romance, tragedia... —, así como las características peculiares que esta debería cumplir.



Los géneros literarios son, por tanto, categorías en las que se agrupan las obras literarias que comparten ciertos rasgos comunes. Los principales son tres: la lírica, la épica o narrativa y el género dramático o teatro. A su vez, dentro de las obras de un mismo género se pueden distinguir similitudes más concretas que originan otras clasificaciones. En estos casos, un género puede dividirse en subgéneros. Los más destacados los conocerás a continuación.



LA LÍRICA:



En la lírica, el autor expresa sus sentimientos o emociones, generalmente, en verso. En sus orígenes estas composiciones se cantaban al compás de una lira, de ahí su nombre, pero hoy solo se recitan. La lírica se caracteriza por la musicalidad de la rima, el ritmo del verso, su brevedad y su expresividad.



El poema “Vergüenza”, de Gabriela Mistral, es un ejemplo de lírica. Aquí tienes un fragmento, rebosante de sentimiento: Tengo vergüenza de mi boca triste, de mi voz rota y mis rodillas rudas; ahora que me miraste y que me viste, me encontré pobre y me palpé desnuda.
Entre los subgéneros de la lírica destacan :



La oda o canción: de temática amorosa o religiosa.
El himno: canto que ensalza las virtudes de héroes o dioses, o el valor de un pueblo.
La elegía: composición en la que se manifiesta el dolor por un hecho desgraciado, como la muerte de un ser querido.



LA ÉPICA:



Su nombre procede del griego epos, 'narración'. En la actualidad, se suele hablar de género narrativo, ya que la mayoría de este tipo de obras son narraciones en prosa (novelas o cuentos). La denominación de épica se emplea para nombrar los textos narrativos en verso creados en la antigüedad y en la edad media, que, normalmente, inmortalizaban hazañas heroicas, como la Iliada o el Cantar de mio Cid.



Por tanto, actualmente se considera que pertenecen a la narrativa aquellas obras en prosa en las que un narrador relata unos hechos, reales o ficticios, que viven unos personajes.



Seguro que conoces numerosos ejemplos de épica o narrativa. ¿Te atreves a continuar tú esta lista? Don Quijote de la Mancha, La Araucana, La regenta, Como agua para chocolate, La casa de los espíritus, La Colmena, Cien años de soledad...



En la épica se pueden distinguir varios subgéneros, de los que sobresalen:



Épica en verso:



La epopeya: poema épico muy extenso que narra hechos legendarios o históricos, de gran importancia para un pueblo o nación. Se suele centrar en la historia de un individuo concreto, y con frecuencia aparecen en ella elementos sobrenaturales.



El cantar de gesta: poema medieval dedicado a la exaltación de un héroe. Los cantares de gesta eran difundidos por los juglares, artistas que durante la edad media se dedicaban a recorrer los pueblos recitando, cantando o realizando acrobacias.



El romance: composición breve surgida de los cantares de gesta (posiblemente se trate de un fragmento de estos), aunque posteriormente adquirió personalidad propia y su temática se hizo muy variada.



Épica en prosa:
El cuento: breve relato de origen oriental, que en la edad media tenía una función didáctica, aunque en la actualidad no siempre se conserva. En él suele tener presencia lo fantástico y maravilloso.



La novela: narración extensa y de gran complejidad, en la que se recrea con mucho detalle una ficción basada en la realidad o inventada. Intervienen en ella muchos personajes. Se trata del subgénero literario actual más difundido.



EL GÉNERO DRAMÁTICO O TEATRO:



En verso o prosa, las obras dramáticas presentan una acción, escrita para ser representada sobre un escenario, a través de unos personajes que dialogan, por lo que no es necesaria la presencia de un narrador.



Al escribir una obra de teatro, el autor, además de dar forma a un texto en forma de diálogo, debe preocuparse también de los aspectos formales de su representación, como son el escenario, la iluminación o la interpretación de los personajes (gestos, entradas y salidas, etc.). Las instrucciones que el autor escribe sobre estos aspectos se llaman acotaciones.



Desde el teatro de la antigua Grecia hasta la actualidad son innumerables las obras dramáticas que se pueden nombrar como ejemplo. Merece destacar de todas ellas las pertenecientes al siglo de oro español (siglos XVI-XVII), con autores como Calderón de la Barca o Lope de Vega; pero también a otros como sor Juana Inés de la Cruz o Juan Ruiz de Alarcón, en México, o el inglés William Shakespeare.



Entre los subgéneros del teatro destacan:



La tragedia: obra dramática cuyos protagonistas suelen ser personajes heroicos que son sometidos a grandes tensiones. Normalmente, los hechos desembocan en un fracaso y, muy habitualmente, en la muerte. La finalidad de estas obras es hacer que el espectador reflexione.
El drama o tragicomedia: obra en la que se presentan conflictos humanos representados por personajes de diferentes clases sociales. Aunque alterna lo trágico con lo cómico, su final a veces es trágico.



La comedia: pieza teatral que presenta satírica o humorísticamente los conflictos cotidianos de la gente sencilla. Su final es feliz o desenfadado.



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miércoles, 5 de noviembre de 2008

MAYÚSCULAS, MINÚSCULAS, CANTIDADES Y NÚMEROS ROMANOS

Un reloj con números romanos

Imágen tomada de Google




MAYÚSCULAS, MINÚSCULAS, CANTIDADES Y NÚMEROS ROMANOS

MAYÚSCULAS:
1. Mayúsculas
Se utilizan en los siguientes casos:
􀁹 Inicio de enumeraciones, escritos, párrafos, oraciones y cartas no
truncadas.
􀁹 Nombres propios
􀁹 Atributos divinos
􀁹 Apodos
􀁹 Títulos de obras

2. Mayúsculas diacríticas:

De acuerdo a Antonio Miguel Saad: “Se llama diacrítica a la letra mayúscula
que sirve para distinguir un nombre propio de un nombre común. Ejemplos:
Academia. Se escribe con mayúscula cuando se refiere a una institución o
corporación: Real Academia Española, Academia de las Bellas Artes; en los
demás casos se escribe con minúsculas: en Semana Santa no hay
academia (junta o reunión de académicos); hoy voy a la academia.


Acta. Cuando designa un documento o título de un libro se escribe con
mayúscula: Acta de la Asamblea Constituyente, Acta de los apóstoles.

Acuerdo. Se escribe con mayúscula cuando denomina un documento o
tratado: el Acuerdo de París, los Acuerdos de Yalta, etc.; en cambio, el
acuerdo de hoy no tuvo consecuencias.

Administración. Se escribe con mayúscula cuando equivale a Gobierno: la
Administración Mexicana, la Administración socialista.

Ballet. Cuando forma parte del nombre de una compañía: el Ballet
Moiseiev: el Ballet Folclórico de Amalia Hernández. En otros casos se
escribe con minúscula: me encanta el ballet; anoche fui al ballet.

Banco. Solo se escribe con mayúscula cuando forma parte de la
denominación de una entidad: Banco de México, Banco Central, Banco de
Londres y México.

Basílica. Siempre de escribirá con minúscula: la basílica de Guadalupe, la
basílica de San Pedro.

Batallón. Cuando se refiere a una corporación se escribe con mayúscula: el
50 Batallón de infantería; en cambio, seis batallones de infantería, un
batallón de esquiadores.

Cámara. Con mayúscula cuando forma parte de la denominación de
organismo: la Cámara Alta, la Cámara de Diputados, la Cámara de los
Comunes, etc.; con minúscula: la cámara mortuoria, una cámara
fotográfica.

Capilla. Se escribe con mayúsculas en los siguientes casos: la Capilla
Sixtina, la Capilla Real, la Capilla Paulina; pero con minúscula: la capilla
menor, la capilla de María, la capilla de los Apóstoles.

Carretera. Sólo de escribe con mayúscula cuando de usa como nombre
propio: la Carretera Nacional, la Carretera del Sol.

Carta. Como denominación de un documento se escribe con mayúscula: la
Carta de los Derechos Humanos, la Carta Magna, la Carta de las Naciones
Unidas.

Colegio. En cuanto al nombre de una entidad o corporación se escribe con
mayúscula: El Colegio de Ingenieros, el Colegio de Arquitectos; pero con
minúsculas: colegio mayor, un colegio, mi hijo va al colegio.


Ejército. En sentido genérico se escribe con minúscula: el ejército, el
ejército mexicano, un ejército, el ejército japonés atacó Pearl Harbor; pero
cuando se usa la palabra como unidad dentro del ejército, y tratándose de
uno concreto, se escribe con mayúscula: el 2º Ejército de Artillería; además,
en los casos siguientes: el Ejército de Tierra, Mar y Aire, el Ejército del
Norte, etc.; también cuando nos referimos a él como institución: una
representación de nuestro Ejército visitará Francia.

Estado. Cuando se refiere a la nación, se escribe con mayúscula, ya sea
en singular o plural: el Estado español, los Estados totalitarios; pero cuando
se trata de una división administrativa en una confederación o federación,
se escribe con minúsculas: estado de Sonora, estado de México, estados
mexicanos.

Facultad. Se escribe con mayúscula en casos como la Facultad de
Ingeniería, la Facultad de Derecho; pero con minúscula una facultad
universitaria, elegir una facultad, tiene facultad para discernir fácilmente.

Fundación. Se escribe con mayúscula cuando forma parte del título de una
entidad o institución: la Fundación Dondé, la Fundación Ford.

Juegos. Se escribe con mayúscula cuando forma parte de
denominaciones de competiciones mundiales o regionales: los Juegos
Olímpicos, los Juegos Panamericanos, los Juegos Centroamericanos.

Junta. Se escribe con mayúscula cuando forma parte de la denominación
de una institución, organismo, etc.; las Juntas Federales de Obras
Materiales, la Junta Central, la Junta de Defensa Nacional, la Junta de
Energía Nuclear, etc.; pero con minúscula en los demás casos: celebrar
juntas, junta general ordinario, junta de gobierno de la Universidad X.

Ley. Se escribe con minúscula: la ley Electoral, la ley de Autores, la ley de
Newton, la ley del talión; pero con mayúsculas en los siguientes casos: la
Ley y los profetas, los libros de la Ley, las tablas de la Ley.

Luna. Se escribe con mayúscula cuando claramente se refiere al astro
como tal: la Luna gira en torno a la Tierra, la Luna es satélite de la Tierra, la
Luna recibe la luz del Sol, llegar a la Luna; pero en los demás casos es en
minúscula: a la luz de la luna, mira a la luna, luna nueva, etcétera.

Madre. Aplicado a las religiosas se escribe con minúscula: la madre
superiora, la madre Mercedes; sólo se escribe con mayúscula cuando se
refiere a la Virgen: la Madre de Dios.

Mayor. En el sentido de jefe de comunidad o cuerpo se escribe con
minúscula: el mayor Pérez, el sargento mayor, un mayor del ejército, el
mayor, etc.; pero se escribe con mayúscula en casos como: Osa Mayor,
Santiago el Mayor, Estado Mayor.

Parque. Se escribe con mayúscula cuando designa uno concreto: el
Parque España, el Parque de María Luisa (en Sevilla), el Parque del Retiro
(en Madrid).

Plan. Se escribe con mayúscula cuando se refiere a uno determinado: el
Plan Marshall, el III Plan de Desarrollo, etc.; pero con minúscula: el plan de
Marshall, un plan de desarrollo.

Programa. Se escribe con mayúscula cuando se refiere a uno concreto: el
Programa Apolo; pero con minúscula: el programa, un programa.

Puerta. Se escribe en mayúscula cuando se refiere a un monumento o al
nombre de un lugar: la Puerta del Sol, la Puerta de Alcalá, la Puerta de
Carmona, pero en los demás casos se escribe con minúscula: la puerta
mayor de la catedral de Santa Cecilia; una puerta.

Puntos Cardinales. Los nombres de los puntos cardinales se escriben, en
general, con minúscula, pues se trata de nombres genéricos: dirección
norte, ir hacia el norte, el sol se oculta por el poniente; sin embargo, cuando
se aplican como denominación de algo, se convierten en nombres propios
y, por consiguiente, hay que escribirlos con mayúscula: El Ejército del
Norte, Flota del Norte, América del Norte, América del Sur, el Este o el
Oeste (como porciones del mundo, equivalentes a Oriente y Occidente).



Reforma. Se escribe con mayúscula cuando se refiere al movimiento
religioso llevado a cabo por Lutero, Calvino y otros: las Leyes de Reforma,
la Reforma, la guerra de Reforma.

Revolución. Se escribe con mayúsculas: la Revolución francesa, la
Revolución rusa, la Revolución mexicana, la Revolución de octubre; pero se
escribe con minúscula en los casos como éstos: la revolución proletaria, la
revolución inglesa de 1642, la revolución rusa de 1917.

Rey. Se escribe con minúscula: el rey de Bélgica, el rey Balduino; pero con
mayúscula cuando se usa como sobrenombre de un rey: el Rey Sol, el Rey
Sabio, el Rey Prudente, los Reyes Católicos, la Reina Gobernadora.

Salón. Se escribe con mayúscula cuando forma parte del título de una
exposición: el Salón de la Fama, el Salón del Automóvil, el Salón de la
Independencia, el Salón de Otoño; pero con minúscula: el salón principal, el
salón particular, el salón de baile.

Semana. Se escribe con mayúscula cuando forma parte de un título de una
exposición, congreso, fiesta, etc.: la Semana Santa, la Semana Nacional del
Congreso, la Semana del Libro.

3. Minúsculas:

Se utilizan cuando se trata de:
􀁹 Días de la semana
􀁹 Meses del año
􀁹 Estaciones del año
􀁹 Puntos cardinales
􀁹 El resto de las palabras no comprendidas en el uso de mayúsculas.

C. CANTIDADES:

1. Escritura de cantidades:

Algunas de las principales reglas para la escritura de los números, se listan
continuación:
1.1. Se escribe con una sola palabra:
1.1.1. Del uno al veintinueve.
Ejemplos: diecisiete, veinticinco.
1.1.2. Las decenas.
Ejemplos: diez, veinte, cuarenta.
1.1.3. Las centenas.
Ejemplos: doscientos, trescientos, cuatrocientos.
1.2. Se escriben con palabras separadas el resto de los casos:
Ejemplos: treinta y uno, doscientos cinco.
1.3. En escritos comunes del número uno al nueve se escriben con letra.
Ejemplo: “En el pequeño pueblo había nueve mujeres casadas, ocho
hombres solteros, 37 ancianos y 259 vacas”.

2. Número ordinales:

Se escriben con terminación cimo a partir de “décimo” y con terminación simo,
a partir de “vigésimo”.

3. Números romanos:

La numeración romana se escribe con letras mayúsculas. Este tipo de
numeración es de uso muy frecuente para indicar los tomos de una obra, el orden
de los capítulos o partes de un tratado, la numeración de los siglos, así como los
nombres de reyes, emperadores y papas. La representación es la siguiente:
números... 1 5 10 50 100 500 1000
letras... I V X L C D M

3.1. Reglas para la numeración romana:

Para leer o para escribir una cifra de la forma romana hay que tener en
cuenta estas normas:

3.1.1. Si a continuación de un signo aparece otro igual o menor, el
valor del primer signo se suma con el valor del siguiente.
XX=20 XV=15 XI=11 CX=110

3.1.2. Si delante de una cifra se escribe otra mayor, el valor de la
mayor queda disminuido con el de la menor.
IX=9 XIX=19 XL=40 CD=400

3.1.3. En ningún número se utiliza la misma letra más de tres veces
seguidas. Algunos libros antiguos lo utilizaban con la I y la X (XIIII=14,
XXXXII=42).
XIV=14 XLII=42 CDXLIV=444

3.1.4. La V, la L y la D no pueden escribirse dos veces seguidas ya
que existen otras cifras (X,C y M)que representan esa cifra con el valor duplicado
de las primeras.
VV=X LL=C DD=M

3.1.5. El valor de un número romano se multiplica por mil con una
raya horizontal sobre el mismo. Se multiplicará por tantas veces mil, como rayas
horizontales haya encima.

CXXII CCXVI = 122,216 DCXI CLV CDIV = 611,155,404


3.2. Ejemplos prácticos
1 = I 17 = XVII 68 = LXVIII 399 = CCCXCIX
2 = II 18 = XVIII 69 = LXIX 400 = CD
3 = III 19 = XIX 70 = LXX 449 = CDXLIX
4 = IV 20 = XX 74 = LXXIV 450 = CDL
5 = V 21 = XXI 79 = LXXIX 490 = XD
6 = VI 29 = XXIX 80 = LXXX 499 = XDIX
7 = VII 30 = XXX 88. LXXXVIII 899 = DCCCXCIX
8 = VIII 35 = XXXV 89 = LXXXIX 900 = CM
9 = IX 39 = XXXIX 90 = XC 989 = CMLXXXIX
10 = X 40 = XL 91 = XCI 990 = CMXC
11 = XI 45 = XLV 99 = XCIX 999 = CMXCIX
12 = XII 49 = XLIX 100 = C 1, 567 = MDLXVII
13 = XIII 50 = L 101 = CI 24, 110 = XXIV CX
14 = XIV 51 = LI 109 = CIX 555, 555 = DLV DLV
15 = XV 59 = LIX 124 = CXXIV 12, 122, 261 = XII CXII CCLXI
16 = XVI 60 = LX 149 = CXLIX 151, 401, 916 = CLI CDI CMXVI