domingo, 19 de diciembre de 2010

El puñal y la herida - Héctor Abad Faciolince

Escritor colombiano.

EN ECUADOR ACABAN DE HACER UN censo para que la gente se defina étnicamente.

La pregunta específica decía así: “¿Cómo se identifica usted de acuerdo con su cultura y costumbres?: a) indígena; b) afroecuatoriano; c) negro; d) mulato; e) montubio; f) mestizo; h) blanco; i) otro”.

Como la pregunta parte de las costumbres, se supone que uno al responder no debía simplemente mirarse al espejo ni medir la cantidad de melanina en la piel. Pedían, por un acto de introspección, que uno se definiera como blanco, negro, indígena, etc., según la cultura (y eso suponiendo que haya una cultura blanca, otra negra, otra afroecuatoriana…). En los censos de otras partes del mundo es el funcionario del gobierno quien, después de echarnos un vistazo, hace la clasificación racial correspondiente. En el caso ecuatoriano, entonces, si uno fue un niño negro adoptado por una familia blanca, ahora como adulto (por tradición) debería definirse como blanco, y viceversa, si uno es blanco en apariencia, pero fue adoptado por una familia negra, deberá definirse como negro.

Si aplicáramos, para definirnos, un criterio puramente biológico –genético–, los datos que aporta la investigación científica dicen que todos (desde los suecos hasta los chinos, pasando por los aborígenes australianos para llegar hasta los indios de la Patagonia), todos, tenemos un ancestro común en África, una Eva africana de la cual no hay Homo Sapiens actual que no descienda. Así que en rigor cualquiera de nosotros debería contestar un cuestionario así declarándose afrodescendiente. Pero si uno quisiera descubrir un ancestro más reciente podría hacer otras consideraciones. Para el caso antioqueño (por poner un ejemplo) se han hecho investigaciones genéticas que dicen que en el 90% de los antioqueños hay un antepasado indígena de sexo femenino y un antepasado europeo de sexo masculino. La conquista, hecha en su mayoría por hombres españoles, que venían sin mujeres, provocó que (por voluntad o por violación) hubiera muchos hijos con mujeres indígenas. Y la masacre y el genocidio, como suele ocurrir desde la antigüedad en las guerras de conquista, ocurrió sobre todo contra los varones indios.

Con la titulación colectiva de tierras, y a veces con la acción afirmativa de los gobiernos, hay ocasiones en que resulta importante y útil tener una definición precisa de la propia pertenencia a algún sexo o a alguna raza. Si yo fuera hermafrodita y hubiera más opciones de empleo para las mujeres, sería preferible que me definiera mujer, en vez de hombre. Eso mismo ocurre con muchos indígenas y muchos afrodescendientes (de aspecto exterior mestizo o mulato) que prefieren definirse como indígenas o negros con tal de no perder ciertas ventajas. Como no hay en absoluto razas humanas puras, decir que uno es esto o lo otro es una elaboración imaginaria.

Entiendo muy bien que si uno está haciendo un estudio sobre población discriminada y encuentra que los negros o los indígenas se mueren, en promedio, mucho más jóvenes que los blancos, porque reciben peor atención médica, es importante tener diferenciaciones étnicas de la población. Pero al mismo tiempo sueño con país y con un mundo en el que las diferencias raciales carezcan de importancia. Ojalá uno no fuera definido por su pertenencia a un grupo, a una nación o a un pueblo, sino que cada ser humano fuera considerado por lo que es en sí mismo. Las culpas caducan y no conviene vivir siempre rumiando la memoria del oprobio. Si entre mis antepasados hay esclavistas o violadores blancos, si en mis genes hay una esclava o un violador negro, si en la historia de mi sangre hay una mujer india, un abuelo judío o un bisabuelo árabe, de nada de esto yo soy responsable. No puedo cargar con su orgullo ni con su vergüenza. La identidad no es colectiva. Cada uno es lo que es. Y en nuestros países de origen bastardo todos somos, como decía un poeta, el puñal y la herida. De eso somos hijos, del puñal y de la herida.

Tomado del El Espectador - Diario de Bogotá

20 comentarios:

Unknown dijo...

Para mi el autor tiene mucha razón, alardeamos de quienes somos por el grupo social al que pertenecemos y culturalmente algunas razas han sido despreciadas por sus antecedentes que como bien decía el texto, es hora de dejar atrás y empezar a mirarnos unos a otros con igualdad.

Unknown dijo...

Ciegos guías de ciegos, de que sirve ser de un color o de otro, de esta raza o de aquella si DIOS todo poderoso nos creó a su imagen y semejanza, y a todos juzga y trata por igual solo aquellos que se han olvidado de él son los que creen poder decir quién o qué es el otro.
Por:Edwin F. Contreras C.

Unknown dijo...

Es increible ver cuanta importancia le damos hoy en dia a la raza, incluso llegamos a asociar colores con niveles economicos...acaso una persona de color es sinonimo de maldad y pobreza??? Me parece que la dignidad de una persona carece de importancia racial, deberiamos reconocernos mas por nuestra habilidades, nuestros conocimientos, y no por un asunto tan absurdo como es la raza; como dice el autor: nosotros no debemos cargar con los errores de nuestros antepasados...a fin de cuentas blanco,negro,mestizo,mulato...todos,TODOS! nos vamos a convertir en lo mismo, lo unico que realmente podemos hacer es sentirnos orgullosos de lo que somos...y yo soy una orgullosa mulata!!!!

Angie Nathaly Saavedra Bautista

Darwin Paz dijo...
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Darwin Paz dijo...

Es facil juzgar a una persona por su aspecto fisico sin conocer siquiera la persona que hay en su interior;es decir nos encontramos en una sociedad en donde simplemente por el hecho de ser negro o indigena ya genera discriminacion negando la posibilidad de un trabajo o de un mejor vivir simplemente por su aspecto,nos encontramos con que esto no es un problema interno de cada pais es algo que dia a dia se ha ido transformando en un problema MUNDIAL(Xenofobia).cambiar depende unica y exclusivamente de nosostros sin olvidar que todos somos IGUALES,sin importar sexo,color y nacionalidad.

Unknown dijo...

Lleno de razón el articulo... Grandes desigualdades y discriminaciones al rededor de la situación racial, des afortunadamente el no aceptar dicha condición no es para muchos un orgullo, es mas una obligación. La sociedad se ha fijado a tal punto los estereotipos de condición étnica que en ocasiones tienen las personas que negar ello, para poder acceder a una mejor calidad de vida.
Es triste ver como un simple color de piel nos llega a hacer juzgar a una persona, pero lo más triste es saber que no solo el color de piel nos fija un estereotipo de alguien, la religión, la condición económica, la condición educativa y hasta un simple equipo de fútbol nos llevan a discriminar a los demás.
Creo que el principal problema no está en aceptar con orgullo nuestra condición étnica si no en que rompamos primero con los tabúes creados en torno a ellas...
Como bien dice el texto somos el puñal y la herida o... en otras palabras el dedo que hunde la llaga.

Miguel Ángel Millán Cañón.

Vane Snz dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Vane Snz dijo...

Demasiado cierto es todo lo que se ve reflejado en nuestra raza, no estamos conformes con lo que somos y queremos ser lo que mejor nos convenga, no creo que en un futuro la gente vea lo que a pasado y quiera ser diferente, al contrario cada ves se van a ir degenerando mas y si hoy en día somos capaces de rechazar a muchos de nosotros por su color, cultura Etc imaginémonos en este ahora como sera en un mañana... guerra tras guerra defendiendo su Raza.

solo hay que ser quien es y no importarle los demás con tal de que tenga su familia, salud, techo y trabajo el resto se puede derrumbar y a ti no importarte se quien eres y se feliz!!!1

aleja dijo...

para mi es una exelente lectura , ye que con esto nos damos cuenta que todos somos iguales, ya seamos mujeres o hombres, blancos o negros, ricos o pobres.
todos absolutamente todos somos iguales.

Unknown dijo...

Muy interesante el articulo.
Pero no creo que solo sea un tema de discriminacion o de intereses personales por pertenecer a una raza u otra, sino la falta de cultura que tenemos.
Tal vez si las personas se apropiaran mas de su cultura, de sus raices, de sus ancestros, algo cambiaria.

Jhon alexander Martinez dijo...

Al parecer la sociedad actual es tan superficial que le resta importancia a la calidad humana que pueda tener un SER lanzando juicios a priori con respecto a su aspecto y tipologia fisica...es de ignorantes hacer este tipo de acusaciones cuando es indudable que todos procedemos de una misma ascencencia...la raza, el gentilicio, el idioma, no son motivo de peso de ningun tipo de discriminacion, solo es la representacion de la gran variedad de culturas que tiene nuestra existencia...finalmente deberiamos reflexionar sobre que estamos hacieno nosotros mismo para que esta situacion cambie y erradicar definitivamente la discriminacion de todo tipo...¡¡¡

Anónimo dijo...

La discriminación es una estado de mentalidad negativa, tal vez es el resultado de algún miedo, un miedo que se expresa creyendo que somos más que los demás y no podemos estar al lado de una persona a la que creemos "diferente" porque tal vez se nos prende algo malo. La desigualdad y el racismo es el resultado de la falta de cultura histórica que poseemos en nuestras mentes.

Unknown dijo...

Muy interesante. la verdad me parece realmente artificial el juzgar alguien por un color, nacionalidad, etc. sin importar por que aunque en la sociedad nos han inculcado ciertas costumbres y creencias, hay que reconocer o pues a mi punto de vista es mas importante el ser como tal ir mas allá de una cualidad " física ", eso no nos hará nunca mas o menos que otro.

jhon alexander dijo...

si nuestras generaciones cargaron con ciertos problemas o crisis durante su trayecto de vida.
algunos lo viven recordando q si le paso a ellos ellos seran lo mismo.
y otros por q son de cierta clase de sangre, aunq todas iguales.
aun no entiendo la idiotez de decir;
soy de la familia tal, soy del apellido tal,
demostrando q a la verdad no es nadie aparentando una apellido q por casualiad le cayo en este mundo.
pero todo esto de debe a un mercado consumista q siempre quiere aparentar ser lo q no es en realidad.
y para dejar de ser invisible hace cualquier cosas
para hacerse notar.
por jhon alexander

jhon alexander dijo...

loq debemos pensar siempre es
somos lo q somos, por q tenemos un destino al cual llegar, siendo humilde y luchando por alcanzar nuestro proyecto de vida. derribando gigantes
y tomando y dejando un nuevo codigo de pertenencia, en nosotros mismo.
dejando todo atras.
y siempre mirando al frente.
nunca lo q hicieron o aparentaron los demas

John David Jaime dijo...

de donde provenimos,que hacemos o con quien vivimos no define nuestra personalidad,ni nuestra capacidad de pensar o vivir.
la ignorancia en la que vivimos hace que ignoremos el valor de los demás y nos volvemos racista no solo por cuestión del color de la piel y si no ignorar aquellos que nos pueden ensañar lo mas valioso.

sunny dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
sunny dijo...

la definición de lo que eres tu o lo que seras, no depende de tu color,donde vives o que haces,si no las cualidades que te hacen diferente o sobresalir en una multitud.
aquellos que no lo conocen son victimas de sus propios insultos e ignorancia

Unknown dijo...

De cierta manera apruebo, lo que tan elocuentemente describe el autor, acerca de lo que nos define y no debería definirnos como personas, si bien es cierto nuestro color describe como somos exteriormente, no solo a partir de ello se deberían hacer conjeturas, el ser humano más que colores, tradiciones o árboles genealógicos, somos lo que cada uno ha forjado como su vida y personalidad, y finalmente todos somos un poco de otros y otros han dado algo de si para ayudarnos en esa construcción de nuestro ser.

Por otro lado, estoy en desacuerdo con el señor Faciolince, ya que aunque tenemos una identidad única y propia no podemos evitar hacer parte de una identidad cultural, social y familiar porque sin ello como lo decía anteriormente no somos nada, nosotros somos lo que recogemos de un mundo previamente organizado y acomodamos en esa complicada arquitectura que conocemos como idiosincrasia.
Margarita Medina Barragán
Diseño Industrial 114214-2

luis alirio tarazona dijo...

siempre nos vivimos quejando de muchas cosas todos los dias y a toda hora. pero no miramos quien esta peor que nosotros y por pensar nomas en el "yo" no miramos al resto, que de verda si sufren y los rechazan solo por su color...
"NADIE SABE LA SED CON QUE OTRO VIVE"