lunes, 12 de enero de 2015

¿Qué nos quería decir Leonardo da Vinci, sobre la Última Cena?

Obra pictórica de Leonardo da Vinci

La "Última cena" es el título de una de las obras pictóricas más representativa del maestro Leonardo da Vinci. Fue pintada en 1497 y se encuentra en la pared sobre la que se pintó originariamente, en el refectorio del convento dominico de Santa Maria delle Grazie en Milán (Italia). Tras este cuadro existen ciertos mensajes ocultos sobre la religión, que no podían ser mostrados en su época para que da Vinci no fuera acusado de hereje. Pero ahora, estos misterios religiosos pueden ser desvelados. Veamos:


1º- Tadeo, es representado a la derecha, el penúltimo. Sus facciones son similares a las del propio Leonardo.

No es por casualidad que se encuentre de espaldas a Jesús, de hecho esta posición fue pintada con el motivo claro, la desconfianza que tenía Leonardo da Vinci a la creencia del cristianismo. Se notaba escéptico  y en esa época hubiera sido tildado de hereje, por lo que se cuidó muy mucho de no parecerlo. Pero aun hay más.

2º- Simón Zelote. El apóstol situado a la derecha del todo. Su cara es una copia del busto de Platón, y este, era un personaje mal visto por la iglesia. De hecho, como pudimos leer o ver la película del Nombre de la Rosa de Umberto Eco ambientada en el S XIV.  Vemos que toda la trama la genera un libro de Aristóteles (discípulo de Platón) que haría temblar los cimientos de la iglesia católica.

3º- El gemelo de Jesús, Tomas.  

Son muchos los que creen que el apóstol Tomas era realmente el hermano gemelo de Jesús, incluso Leonardo también lo creía. Y lo dejó plasmado en el cuadro.

Tomas significa "gemelo" en arameo, y Dídimo tiene el mismo significado en griego. Por supuesto, si realmente Tomas fuera el gemelo de Jesús  se podía dudar de la resurrección de Jesús. Un día clave en el calendario cristiano.

Comprobar la similitud. ¿Quién es realmente Jesús?

4º- Misterio de María Magdalena.

Seguramente, muchos habremos visto "El código da Vinci", un libro que expone la presencia de María Magdalena como figura principal en la vida de Jesús. Algo negado por una sociedad aun machista y más hace 2.000 años. Pero no es negada únicamente por machismo. 

La iglesia entiende la diferencia entre el amor de un padre y el amor de una madre. Mientras que el amor de una madre es incondicional, el de un padre responde a resultados. Para la iglesia católica, el amor paterno era el motivo perfecto para controlar a los creyentes. Era más fácil dominarlos si se portaban "bien" que si sabían que eran amados siempre. Se trata pues de una estrategia de control hecha por la Iglesia. Leonardo lo sabía, y aunque no pudo representarla en el centro de la cena (porque sería impropio para esa época), pudo representarla lo más próximo a Jesús.

Por supuesto, la vistió como otro apóstol, pero sus facciones se ven claramente femeninas.

5º- Ahora veamos el siguiente mensaje que intenta transmitir Leonardo da Vinci.

Llama la atención que el único cuchillo que hay en la mesa se encuentra en las manos de Pedro. Sostiene el cuchillo de una manera extraña, casi antinatural. Resaltar la presencia del cuchillo en la mano de Pedro se debe a que el pintor trata de trasmitir un sentimiento muy humano que pudo tener Pedro: envidia hacia Jesús. Pedro se da cuenta de que de las figuras de Jesús y María se levantaría una nueva religión, y como cofundador, se sentía ultrajado. De hecho, su hermano Andrés, se ve sorprendido por la actitud de Pedro y levanta las manos en señal de que él no tiene nada que ver.

6º- Después de ver los casos anteriores, parece que la falta de fe de Leonardo empieza a ser evidente. No pinta apóstoles divinos llenos de comprensión, sino personas con sentimientos mundanos... como cualquier persona. Otro ejemplo de esto, sería las aureolas. 

En aquella época, los personajes de los cuadros con figuras santas eran representados con una aureola para diferenciarlos de los no santos. En cambio  Leonardo da Vinci no lo hizo... por supuesto, no fue un descuido.

Existen algunas peculiaridades más sobre el cuadro, indicios, misterios sin resolver de importancia menor, como: ¿por qué Judas es el único vestido con 3 colores? o ¿Por qué no aparece ningún cáliz? Posiblemente, con el tiempo este cuadro nos aportará más pistas sobre todo aquello que Leonardo nos quería decir sobre "LA ÚLTIMA CENA".
Tomado de: Misterios sin Resolver

viernes, 12 de diciembre de 2014

De delincuente pandillero a poeta oficial de Los Ángeles


A los jóvenes les digo que han de encontrar sus pasiones y su destino. ¿Para qué han venido a este mundo? No ha sido para matar o morir. Hay otra manera de vivir y de pensar que es mucho más plena y positiva. Han de explotar los dones y talentos que poseen.

Luis J. Rodríguez, acaba de ser nombrado poeta laureado de Los Ángeles, puesto que ocupará durante los próximos dos años.

Con apenas 11 años, el poeta estadounidense de origen mexicano Luis J. Rodríguez era parte del mundo de las pandillas del este de Los Ángeles, en California.

Tras una década de violencia, muerte, drogas y arrestos, Rodríguez consiguió dejar esa vida atrás gracias a su amor por la literatura y por el activismo, que descubrió en los años 60 de la mano del movimiento chicano, que luchó en Estados Unidos a favor de los derechos civiles y en contra de la Guerra de Vietnam.

Con una quincena de libros publicados -entre los que destaca su biografía Siempre corriendo, la vida loca, en la que capturó su experiencia como pandillero- Rodríguez acaba de ser nombrado poeta laureado de Los Ángeles, puesto que ocupará durante los próximos dos años.

En este tiempo, Rodríguez -quien es fundador de la editorial Tía Chucha Press y de un grupo que trabaja para sacar a los jóvenes del mundo de la delincuencia- deberá escribir varios poemas dedicados a la ciudad californiana, así como organizar lecturas y talleres abiertos al público.

¿Qué supone para usted el haber sido nombrado poeta laureado de Los Ángeles?

Es un honor, por muchas razones. Una de ellas que yo soy de aquí. Crecí en Los Ángeles. Nací en la frontera entre Texas y México pero he pasado casi toda mi vida aquí.

Por eso es muy importante. Además, muchos de los habitantes de esta ciudad son latinos y se les ha de dar una voz, una voz fuerte. Creo que puede ser la mía y es un honor para mí. Quiero ser la voz de toda la comunidad.

¿Qué ha significado la poesía en su vida?

Para mí la poesía es muy importante. Es algo vital. Especialmente en estos tiempos difíciles en los que es necesario tener más creatividad y usar más la imaginación. Creo que la literatura y la poesía sirven para ampliar la visión que uno tiene del mundo, que muchas veces se limita a lo que uno tiene alrededor.

La poesía es una manera de hablar de alma a alma. Es un género de honestidad. No creo que haya nada como la poesía. Además, me gusta cómo permite jugar con el lenguaje, cambiando el sentido de las palabras.

Una de las etapas de su biografía que más le ha marcado son los diez años que pasó como pandillero siendo joven. ¿Cómo logró salir de todo aquello?

Creo que la literatura y la poesía sirven para ampliar la visión que uno tiene del mundo, que muchas veces se limita a lo que uno tiene alrededor.

Cuando era pandillero y tomaba drogas, me gustaba leer libros. En cuanto podía me refugiaba en la biblioteca. Era un refugio porque los libros no abusaban de mí, no me insultaban ni me hacían daño. Me permitían escapar del mundo en el que estaba viviendo. No tenía casa, estaba en las calles.

Cuando logré salir de las pandillas, lo que me quedaba era la literatura y los libros. En esa época no había libros sobre la experiencia de los chicanos, sobre los latinos en EE.UU. y se me ocurrió que yo podía encargarme de reflejar esa realidad.

Ahora, regresar como poeta laureado a la biblioteca central de Los Ángeles, donde me refugié tantas veces cuando no tenía casa, es un tremendo honor.

Tras una década de violencia, muerte, drogas y arrestos, Rodríguez consiguió dejar las pandillas.

¿De dónde le vino el amor a los libros?

Creo que de mi padre. En esa época muchos de los mexicanos que venían para aquí no estaban bien educados. Pero mi padre había sido director de una escuela en México y amaba los libros. Aquí en EE.UU. no le quedó otro remedio que trabajar limpiando oficinas o en fábricas. Además, de pequeño yo no hablaba inglés y los libros me ayudaron a aprender el idioma.
Si le gustaba tanto la lectura, ¿cómo fue que acabó en el mundo de las pandillas?

Había muchos problemas en casa. Mucha frustración. Éramos muy pobres, no había empleo. La pobreza es la fuente de las pandillas. Nosotros vivíamos en un barrio que era muy humilde, con casas diminutas. Estábamos constantemente en guerra con otros barrios. Tenía muchos vacíos en mi vida, muchos vacíos personales que también existían en la comunidad.

¿Cree entonces que no tuvo otra salida?

Creo que no. En esa época no veía otras opciones. Estábamos muy limitados por ser pobres, por ser mexicanos y por la discriminación a la que habíamos de hacer frente. La pandilla era el lugar, el lugar en el que me sentía protegido.

¿Cuándo decidió abandonar las pandillas?

Fue cuando descubrí el movimiento chicano. Las protestas contra la guerra de Vietnam me atrajeron mucho. Me sedujeron las ideas que tenían sobre nuestra gente y nuestra raza, y las ganas que tenían de cambiar el mundo.

Hasta ese momento yo no había oído nada de eso. Yo estaba dispuesto a matar y a morir por mi barrio, y ver que existía el movimiento chicano me ayudó a pensar que podía vivir de otra manera, con otros ideales.

Usted logró salir de las pandillas, pero su hijo se metió en ellas y acabó pasando 15 años en prisión. ¿Qué sintió al ver que su hijo seguía el mismo camino?

Me sentí muy culpable. La locura me llamó otra vez. Hacía muchos años que había salido de ese mundo pero, sin que yo pudiera evitarlo, mi hijo cayó en él y eso es algo que te hace sentir fatal como padre.

Fue muy duro darme cuenta de la rabia que él tenía adentro y que me recordaba a la que yo había tenido años atrás.

¿Qué mensaje de esperanza le daría a los jóvenes que no ven otra salida a sus vidas que unirse a las pandillas?

El arte le ayuda a uno a ver el mundo de una manera diferente y abrir la mente a nuevas posibilidades. Hemos de enseñarles que sí que hay un futuro y que ellos son dueños de ese futuro y pueden hacer lo que quieran con él.

A los jóvenes les digo que han de encontrar sus pasiones y su destino. ¿Para qué han venido a este mundo? No ha sido para matar o morir. Hay otra manera de vivir y de pensar que es mucho más plena y positiva. Han de explotar los dones y talentos que poseen.

Por: Jaime González. BBC Mundo
Publicado el: 2014-12-03

Revista Arcadia

jueves, 27 de noviembre de 2014

El escritor español Juan Goytisolo gana el Premio Cervantes



El escritor español Juan Goytisolo fue premiado con el Premio Cervantes 2014, considerado el galardón más importante de las letras hispanas.

Nacido en Barcelona en 1931, Goytisolo fue galardonado por el conjunto de su obra, destacando "su capacidad indagatoria en el lenguaje en propuestas estilísticas complejas" y su "apuesta permanente por el diálogo intercultural".

Entre sus obras más reconocidas se incluyen "Señas de identidad", "Campos de Níjar" y "España y los españoles".

El premio, dotado de US$155.000, lo entrega anualmente el gobierno español y se otorga a autores españoles y latinoamericanos, de manera alterna cada año en una ley no escrita.

El año pasado la ganadora fue la escritora mexicana Elena Poniatowska.

Por: BBC Mundo

jueves, 9 de octubre de 2014

Patrick Modiano nuevo Nóbel de Literatura 2014


Patrick Modiano, un maestro de la memoria y los recuerdos

Estudiosos lo consideran un maestro que convirtió los recuerdos en su materia prima literaria.

La Academia Sueca define al autor Patrick Modiano como "alguien que ha escrito muchos libros que se hacen eco unos a otros" y que hablan de "memoria, identidad y aspiraciones".

El escritor francés Patrick Modiano, quien ganó el Premio Nóbel de Literatura 2014, es considerado, como lo anota la Academia Sueca, como "alguien que ha escrito muchos libros que se hacen eco unos a otros" y que hablan de "memoria, identidad y aspiraciones".


Sus obras se centran en temas como la memoria, el olvido, la identidad y la culpa, con la ciudad de París a menudo presente y con un toque autobiográfico o con la ocupación nazi de trasfondo, recurriendo a veces a entrevistas, artículos de prensa o notas propias recopiladas durante años.

Modiano afirma, precisamente, que en parte escribe para afrontar ese pasado, que lo hace de forma natural, como una terapia, poética, contra sus padres ausentes y su adolescencia solitaria, clandestina.

"No escribo para hablar de mí ni para arreglar cuentas (...) Pero estuve marcado en mi infancia por una atmósfera, un clima, situaciones que me sirven para mis libros", confesaba en una reciente entrevista con la revista francesa ‘Télérama’.

Se trata de un pasado que, como el propio autor ha comentado, ha querido abordar como si se tratara de un gran sueño profundo. "De la escritura me gusta más el sueño que el proceso. Escribir no es agradable, hay que materializar el sueño en un papel, y eso te obliga a salir del sueño", afirma Modiano.

Esa maestría para echar mano de los recuerdos, como materia prima del oficio literario, es la que quiso premiar este año la Academia Sueca, que destaca cómo, el autor francés de 69 años, ha evocado a través de una treintena de obras, la mayoría novelas, "los destinos humanos más inaprensibles" y ha descubierto el mundo de la ocupación alemana de Francia durante la II Guerra Mundial.

La Academia Sueca resaltó también la "afinidad" que muestran las novelas de Modiano entre sí, ejemplificada en la ampliación de episodios antiguos o en personajes que reaparecen. "Lo fantástico de él es que sus libros de alguna manera hablan unos con otros. Son como un eco, y eso hace su obra única. Es como el Marcel Proust de nuestra época", dijo Peter Englund, secretario permanente del organismo sueco.

Ese diálogo permanente de toda la obra de Modiano ha sabido configurar un universo polifónico de personajes, que como anota el editor Jorge Herralde, fundador de la editorial Anagrama, ya configuran lo que él ha denominado “la música de Mondiano”. Herralde, precisamente, ha publicado numerosos libros del autor francés en castellano.


"Uno lee una página cualquiera de este escritor y sabe que es suya, lo que llaman 'la música Modiano'; una forma de escribir muy literaria, evocadora e inquietante a menudo", anota Herralde, que acaba de contratar el último libro del escritor francés, ‘Para que no te pierdas en tu barrio’.

Incómodo ante el público, ante el elogio -incluso rechazó entrar en la Academia francesa-, el nobel saca a la luz su literatura original, misteriosa, plagada de personajes nacidos de su desbordante imaginación, que con frecuencia se reencuentran.

Un universo propio, convertido en un clásico ya de la literatura gala, un lenguaje sobrio, preciso, que desgrana a mano, como para que los recuerdos en los que se basa lleguen mejor al papel y que corrige poco, según confiesa.

Aunque solo reconoce un par de obras autobiográficas, todas beben de sus recuerdos, rodeados siempre de misterio, entre lo que se desconoce y lo que se oculta, como si quisiera alumbrar un pasado del que no se siente orgulloso, quizá las relaciones que durante la ocupación nazi su padre mantuvo con la Gestapo.

En su obra tiene "mucha presencia la parte autobiográfica más o menos disfrazada, como la búsqueda del padre. Tuvo un padre muy singular, de un pasado muy turbio", comenta Herralde.

"Es un autor de una calidad literaria impresionante, que solo vive para la literatura. Y es una persona absolutamente fóbica con respecto a todo lo mediático", agrega Herralde, que ha invitado "en diez ocasiones" a Modiano a visitar Barcelona para promocionar los libros que Anagrama iba publicando y no ha conseguido nunca que aceptara.

Herralde destaca también la reconstrucción de París que hace Modiano en sus novelas, "sobre todo a partir de la época de la ocupación alemana en los primeros años cuarenta. Es un tema persistente en bastantes de sus novelas". Y en todas ellas late "su obsesión por París como ciudad. Es un cartógrafo de la ciudad, de sus calles y edificios. Casi se podría reconstruir el París de los años cuarenta y cincuenta a partir de sus novelas, sin ninguna ambición embellecedora sino a favor de la exactitud", añade el director de Anagrama.
París, Madrid y Copenhague

EFE

miércoles, 1 de octubre de 2014

La maravillosa época de las Big Bands Jazz


Count Basie



William "Count" Basie nació el 21 de agosto de 1904 en Red Bank, Nueva Yérsey,  Estados Unidos de América  y falleció el 26 de abril de 1984, en Hollywood, California. Líder de bandas musicales y pianista, Count creció en Red Bank que se sitúa en frente de Nueva York cruzando el Río Hudson.

Se trata de uno de los músicos de jazz más populares de la historia, vinculado, prácticamente durante cincuenta años, a la dirección de una big band de importante influencia en determinados registros estilísticos del jazz asociados, principalmente, al swing y a su corriente más tradicional.

Hijo de padres músicos (su padre, Harvie Basie, tocaba el melófono y su madre, Lillian (Childs) Basie, era pianista), recibió de ella sus primeras lecciones, así como de los pianistas de stride de Harlem, especialmente de Fats Waller.

Su primer trabajo profesional consistió en acompañar a intérpretes de vodevil y en formar parte de un grupo musical que se formó en Kansas City en 1927. Tras trabajar también en una productora de películas mudas, se unió a los Walter Page's Blue Devils en julio de 1928. El vocalista del grupo era Jimmy Rushing.


Basie abandonó la banda a comienzos de 1929 para tocar con otras orquestas, entre las que estaba la liderada por Bennie Moten. Tras la muerte de este, en 1935, Basie trabajó durante un tiempo como solista antes de formar su propia orquesta inicialmente llamada Barons of Rhythm, a la que se incorporaron muchos antiguos miembros de la banda de Moten como Walter Page (bajo), Freddie Green (guitarra), Jo Jones (batería) y Lester Young (saxofón tenor). Jimmy Rushing se convirtió en el cantante. El conjunto consiguió establecerse en el Reno Club de Kansas City y empezó a darse a conocer a través de la radio.

El periodista y productor John Hammond, tras escucharles, les recomendó a varios agentes y compañías discográficas. Como resultado de ello, la orquesta se marchó de Kansas en 1936 y firmó un contrato con el Grand Terrace de Chicago, tras lo cual le siguieron conciertos en Buffalo y Roseland en Nueva York. Su primera grabación fue en Decca Records en enero de 1937. Regresó a Chicago y luego al Ritz Carlton Hotel en Boston. Su grabación de "One O'Clock Jump" se convirtió en su primer tema en las listas de éxitos en septiembre de 1937; más tarde, tras convertirse en su tema más popular, fue incorporado al Grammy Hall of Fame.

El regreso de Basie a Nueva York tuvo lugar en 1938 en el club The Famous Door, que constituyó todo un éxito para la orquesta. En el invierno de ese año, "Stop Beatin' Round the Mulberry Bush", cantado por Rushing, entró en el Top Ten de los éxitos.
A comienzos de 1939 estuvo en Chicago, tras cambiar de compañía discográfica (de Decca a Columbia Records), y luego se marchó a la Costa Oeste.

A comienzos de los cuarenta realizó extensas giras por el país, que duraron hasta la entrada de Estados Unidos en la Segunda guerra mundial en diciembre de 1941, a partir de la cual los movimientos se redujeron.

Durante su estancia en la costa oeste participó con su orquesta en cinco películas, todas ellas realizadas en 1943: Hit Parade of 1943, Reveille with Beverly, Stage Door Canteen, Top Man y Crazy House. Obtuvo también numerosos éxitos musicales tanto en el ámbito del pop como del rhythm and blues: "I Didn't Know About You", "Red Bank Blues", "Rusty Dusty Blues", "Jimmy's Blues" y "Blue Skies".

Tras cambiar otra vez de discográfica, a RCA Victor Records, en 1947 obtuvo varios éxitos con temas como "Free Eats", "I Ain't Mad at You (You Ain't Mad at Me)", "One O'Clock Boogie", "Open the Door, Richard!", etc.

A finales de los cuarenta deshizo su orquesta en un contexto de declive general para las big bands y se decidió durante un tiempo por grupos pequeños. En 1952, sin embargo, volvió a formar una big band con vistas a la realización de giras fuera del país: en 1954, el mismo año en que se le uniría el cantante Jimmy Williams (que estaría con él hasta 1960), tocó, por ejemplo, en Escandinavia.


Con Williams publica en 1955 uno de sus títulos más renombrados, Count Basie Swings - Joe Williams Sings (Clef Records), del que el tema "Every Day (I Have the Blues)" obtendría un formidable éxito alcanzando los más altos puestos en las listas y entrando en el Grammy Hall of Fame. Tuvo también un gran éxito en 1956 su versión instrumental de "April in Paris".

Entre finales de los años cincuenta y primeros sesenta consiguió diversos premios y nominaciones en los Grammy. En 1962, Basie firmó con la nueva compañía de Sinatra, Reprise Records, y grabó con él Sinatra-Basie que entró en la lista de los Top Five a comienzos de 1963.
Todos estos éxitos populares alejaron a Basie del jazz a lo largo de toda la década de los sesenta; sin embargo, a finales de la misma retomó el género con distintos discos con cantantes como Ella Fitzgerald (Ella and Basie!, 1963); otra vez Sinatra (It Might as Well Be Swing, 1964); Sammy Davis, Jr. (Our Shining Hour, 1965); the Mills Brothers (The Board of Directors, 1968); y Jackie Wilson (Manufacturers of Soul, 1968).

Desde comienzos de los setenta empezó a realizar giras fuera y dentro de su país y firmó con la compañía Pablo Records en la que estaría hasta el final de su vida y con la que grabaría una amplia variedad de discos que alcanzaron múltiples premios y nominaciones en los Grammy.

Hacia mediados de los años setenta su salud empezó a deteriorarse, tras sufrir un ataque al corazón en 1976. Murió de cáncer de páncreas en Hollywood, California en 1984.


Editado de textos de Wikipedia.

lunes, 29 de septiembre de 2014

El káiser alemán Guillermo II fue el principal causante de la Primera Guerra Mundial

El autócrata de la Primera Guerra Mundial

Con motivo de los 100 años de la Primera Guerra Mundial aparecen nuevas biografías del káiser Guillermo II, que esbozan varios elementos en común con Hitler.

El káiser Guillermo II fue un personaje patético y acomplejado y corrían rumores de que era homosexual. Tenía un brazo más corto y casi inútil, lo que trataba de ocultar con una actitud arrogante.

Ahora que se cumplen 100 años de la Primera Guerra Mundial, aparecen múltiples teorías sobre el origen de este conflicto. Lo que prácticamente todas tienen en común es que aunque no hubo un único responsable, el káiser alemán Guillermo II fue el principal causante de esa hecatombe. En teoría la guerra estalló cuando un terrorista serbio asesinó en Sarajevo al heredero del trono austrohúngaro, Francisco Fernando. El magnicidio le permitió a este declararle la guerra a Serbia para ponerle un tatequieto a las pretensiones independentistas de los balcanes.

Pero como Serbia era protegida de Rusia, el emperador austrohúngaro Francisco José, de 86 años, no se hubiera atrevido a exponerse a una guerra contra el zar Nicolás II si no contaba con el apoyo incondicional de Alemania. El imperio creado años atrás por Otto von Bismarck se había convertido en una potencia económica pero quería más territorios y más colonias. La única forma de conseguir eso era un triunfo en el campo de batalla. Por eso Alemania se entusiasmó con el apoyo a Austria como excusa para entrar en el conflicto que consideraba necesario para su expansión imperial.

Por lo tanto la figura central de la Primera Guerra fue el káiser Guillermo II, quien al apoyar a Austria-Hungría contra Serbia hizo que Rusia, la tradicional defensora de los pueblos eslavos, le declarara la guerra a la primera. Esto a su turno hizo que Alemania le declarara la guerra a Rusia por solidaridad con Austria-Hungría, y como Rusia y Francia tenían una alianza de ayuda mutua, el káiser también le declaró la guerra a Francia. Pero atacar a Francia requería pasar por Bélgica, y los ingleses, que se habían comprometido a defender la neutralidad de ese pequeño país, tuvieron que entrar a la guerra cuando las tropas alemanas lo invadieron. Como consecuencia, una guerra que pocos esperaban y muchos creían  que iba a durar unas pocas semanas, duró cuatro años y produjo 10 millones de muertos, cifra sin antecedentes hasta esa fecha.


¿Quién era Guillermo II, cuya aventura bélica significó el fin no solo del imperio alemán, sino del austro-húngaro, el ruso y el otomano? Primero habría que decir que era primo de las personas a las cuales combatió. Como su mamá era hija de la reina Victoria de Inglaterra, era primo hermano del rey de ese país. En las cartas que se cruzaban, el uno firmaba Georgie (Jorge V) y el otro firmaba Willy (Guillermo II). Y como dato curioso, Jorge V de Inglaterra era también primo hermano del zar de Rusia, pues los dos eran hijos de dos hermanas y princesas de Dinamarca. Por lo tanto en la correspondencia el zar Nicolás II era conocido como Nicky. De ahí que el mayor desastre que hubiera conocido la humanidad hasta 1918 fuera una guerra entre tres primos, Willy, Nicky y Georgie.

Hijo de Federico III de Prusia y Vicky, hija de la reina Victoria de Inglaterra, Guillermo (Willy) era el llamado a unificar a dos potencias europeas, pero tuvo problemas desde el parto. Como resultado, su brazo izquierdo era pequeño y casi inservible. Nunca superó el complejo, nunca olvidó que el médico era británico, y trató de eclipsar el hecho con actuaciones extravagantes por el resto de su vida.


En 1863, a los cuatro años de edad, el futuro monarca alemán apareció por primera vez en público en Inglaterra. Fue en el matrimonio de su tío Bertie, el hijo mayor de la Reina Victoria –luego rey Eduardo VII-, con la princesa Alejandra de Dinamarca, la ‘Lady D’ de su época por la popularidad que tenía entre el público británico. Durante la ceremonia, Willy mordió a uno de sus tíos en la pierna y también arrojó un bastón al centro del corredor por donde pasaban los novios.

En Wilhelm II: Into the Abyss of War and Exile 1900-1941, una trilogía escrita por el académico John Röhl, los detalles de la vida del monarca que saltan a la luz permiten analizar de qué manera los complejos y la dualidad de amor y odio con Inglaterra lo llevaron a impulsar un conflicto catastrófico.

En 1888,  a sus 29 años, asumió el trono tras la muerte de su padre Federico III, a quien veía como un perdedor liberal. Llegó decidido a dar poder y prestigio a la Alemania unificada y aclaró que el Reich sería un estado militar. Añoraba la aprobación y afecto de su pueblo, pero creía que el poder real nacía de un monarca apoyado por una Armada fuerte.

Era bajo de estatura, de ojos azules agitados, pelo café rizado y un tupido bigote cuyos extremos apuntaban al cielo. A pesar de su presencia física siempre fueron más notables sus actitudes. Si se reía, tiraba su cabeza hacia atrás, abría su boca al máximo y golpeaba el piso con un pie. Actuaba con amplificación y agitaba su dedo índice en la cara de quien pretendía convencer. Un aficionado inglés a los yates que navegó con él lo describió como alguien “apuesto, de cuello más bien corto y con un desbalance debido a su brazo corto. Hablaba inglés muy bien, sin acento alemán, y se enorgullecía de utilizar frases coloquiales y expresiones de jerga en inglés, que en su afán de copiar, a menudo decía mal. Su admiración por los ‘gentlemen’ ingleses era extrema”.

En 1891 dio la bienvenida a un grupo de soldados nuevos en Potsdam con palabras cuestionables: “Me han jurado su fidelidad. Se han entregado de alma y cuerpo, y solo tienen un enemigo, mi enemigo. Con la presente agitación socialista, puede darse que les ordene que le disparen a sus propias familias, a  sus hermanos o a sus padres –ojalá Dios lo evite-, y tendrán que obedecer a mis órdenes sin murmurar”.

El mismo año aseguró que sobre él pesaba una terrible responsabilidad frente al Creador, de la cual no había ministro, parlamento o nación que lo liberara. Guillermo II expresó así su desdén por el Reichstag. Él era el líder y no aceptaba a nadie más. Recién un año antes, en 1890, había prescindido de una figura como Bismarck, el unificador de Alemania, quien había creado una Constitución que daba tímidos poderes al reichstag y máximo poder al canciller (primer ministro). Ese poder que Bismarck había diseñado para sí mismo, ahora estaba en manos del impredecible káiser.

Y fue un reinado desenfrenado. Röhl asegura en su biografía que Guillermo era inteligente y dominaba  asuntos militares, artísticos e históricos, pero era un histérico egoísta que vacilaba y parecía carecer de juicio alguno. Hacía cosquillas a sus generales, golpeaba con su bastón el trasero de varios de sus invitados, adoraba echarse pedos, y disfrutaba el humor anal y de los travestis. Más grave aún, era un antisemita consumado. Luego de abdicar, plantó una semilla al afirmar que Alemania debía librarse de los judíos por medio de envenenamiento a gas.

Durante el punto más alto de su dominio, en 1908, su más cercano consejero se vio envuelto en un escándalo de promiscuidad homosexual. El hecho lo desestabilizó, pues bajo presión mediática se vio obligado a reemplazarlo. Quedó claro que Guillermo II era un hombre de contrastes que  admiraba a su abuela inglesa pero odiaba a su madre inglesa, y mientras era un monarca de corte conservador su mejor amigo era homosexual.

Thomas Weber, historiador de la Universidad de Aberdeen y académico del Centro de Estudios Europeos de la Universidad de Harvard, dijo a SEMANA que “la naturaleza explosiva y errática de Guillermo fue un problema. Decía una cosa un día y al siguiente cambiaba de parecer. Nadie sabía cómo leerlo, nadie sabía qué quería. Esta fue una receta para el desastre durante una crisis volátil, y aumentó la posibilidad de que otros estados tomaran decisiones irresponsables. En ese sentido, el káiser incrementó masivamente las probabilidades de que estallara una guerra”.

Ya derrotado, fue conducido por sus generales al exilio en Holanda, donde alcanzó a ver en los triunfos iniciales de Hitler todos sus sueños frustrados: la conquista de Europa, la expulsión de los judíos del territorio alemán, la expansión territorial y el respeto y el temor del planeta entero en los primeros años de la Segunda Guerra Mundial. Tuvo la suerte de no ver el colapso de su adorada Alemania y del Tercer Reich, pues murió en 1942, antes de que el mito de Hitler y la supremacía de la raza aria terminaran despedazado por la historia.

Tomado de Revista semana.com

domingo, 28 de septiembre de 2014

La hermosa música cubana




Breve historia de la Música de Cuba

La música cubana es la expresión de ritmos y melodías referidos a la isla de Cuba, ya sean autóctonos o introducidos en la isla, especialmente por los colonizadores españoles y por los africanos esclavos procedentes de África. 

También, aunque en menor medida, pudiera señalarse cierta influencia asiática. La presencia de este último elemento puede notarse en el uso de la corneta china en la conga de los carnavales, un hecho que comenzó con la llegada de los primeros inmigrantes chinos a la isla. A partir de 1848 llegaron numerosos culíes chinos a Cuba y para 1874, año en que se prohibió la contratación de trabajadores agrícolas de China, había en Cuba 132 435 culíes.

Según el origen de sus influencias, podríamos hacer una división fundamental entre la música euro-cubana y la afro-cubana, y de una muy extensa derivación de ambas, con sus variadas manifestaciones populares a través de los años y por las cuales la música de Cuba ha sido siempre reconocida a través del mundo y por muchas generaciones.

Cualquier clasificación que se pretenda hacer de la música cubana dependerá más bien del grado de mezcla entre las influencias europeas y africanas que se descubran en ella. Ahora bien, reducirla a esta clasificación sería demasiado simple, pues en realidad la música cubana es el rico y complejo resultado de la fusión creativa de estas dos fuentes, al que se ha adicionado históricamente la influencia de las más diversas culturas y tendencias musicales.
Cuba desarrolló una amplia gama de estilos musicales acriollados, basada en sus orígenes culturales europeos y africanos. Desde el siglo XIX, la música cubana ha sido enormemente popular e influyente, constituyéndose en una de las formas más populares de música en el mundo, sobre todo después de la introducción de la tecnología de grabación.

La música de Cuba, incluyendo los instrumentos y las danzas, es en su mayor parte de origen europeo (español) y africano. La mayoría de las formas actuales son fusiones y mezclas de estas dos fuentes. Casi nada queda de las tradiciones indígenas originales.


Grandes cantidades de esclavos africanos y de inmigrantes europeos (principalmente españoles) llegaron a Cuba y trajeron sus propias formas de música a la isla. Esas danzas y músicas populares europeas incluían formas españolas como el zapateo, el fandango, el pasodoble y el retámbico. Más tarde, otras formas de Europa como la gavota, el minué, la contradanza, el vals y la mazurca aparecieron entre los blancos urbanos. 

Hoy la bella música cubana ha trascendido al mundo entero y es fuente de investigaciones, de disfrute y gozo con sus bellas melodías, cantos e inspiraciones.

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