Patrick
Modiano, un maestro de la memoria y los recuerdos
Estudiosos lo consideran un
maestro que convirtió los recuerdos en su materia prima literaria.
La Academia Sueca define al
autor Patrick Modiano como "alguien que ha escrito muchos libros que se
hacen eco unos a otros" y que hablan de "memoria, identidad y
aspiraciones".
El escritor francés Patrick Modiano, quien ganó el Premio Nóbel
de Literatura 2014, es
considerado, como lo anota la Academia Sueca, como "alguien que ha escrito
muchos libros que se hacen eco unos a otros" y que hablan de "memoria,
identidad y aspiraciones".
Sus obras se centran en
temas como la memoria, el olvido, la identidad y la culpa, con la ciudad de
París a menudo presente y con un toque autobiográfico o con la ocupación nazi
de trasfondo, recurriendo a veces a entrevistas, artículos de prensa o notas propias
recopiladas durante años.
Modiano afirma,
precisamente, que en parte escribe para afrontar ese pasado, que lo hace de
forma natural, como una terapia, poética, contra sus padres ausentes y su adolescencia
solitaria, clandestina.
"No escribo para hablar
de mí ni para arreglar cuentas (...) Pero estuve marcado en mi infancia por una
atmósfera, un clima, situaciones que me sirven para mis libros", confesaba
en una reciente entrevista con la revista francesa ‘Télérama’.
Se trata de un pasado que,
como el propio autor ha comentado, ha querido abordar como si se tratara de un
gran sueño profundo. "De la escritura me gusta más el sueño que el
proceso. Escribir no es agradable, hay que materializar el sueño en un papel, y
eso te obliga a salir del sueño", afirma Modiano.
Esa maestría para echar mano
de los recuerdos, como materia prima del oficio literario, es la que quiso
premiar este año la Academia Sueca, que destaca cómo, el autor francés de 69
años, ha evocado a través de una treintena de obras, la mayoría novelas,
"los destinos humanos más inaprensibles" y ha descubierto el mundo de
la ocupación alemana de Francia durante la II Guerra Mundial.
La Academia Sueca resaltó
también la "afinidad" que muestran las novelas de Modiano entre sí,
ejemplificada en la ampliación de episodios antiguos o en personajes que
reaparecen. "Lo fantástico de él es que sus libros de alguna manera hablan
unos con otros. Son como un eco, y eso hace su obra única. Es como el Marcel
Proust de nuestra época", dijo Peter Englund, secretario permanente del
organismo sueco.
Ese diálogo permanente de
toda la obra de Modiano ha sabido configurar un universo polifónico de
personajes, que como anota el editor Jorge Herralde, fundador de la editorial
Anagrama, ya configuran lo que él ha denominado “la música de Mondiano”.
Herralde, precisamente, ha publicado numerosos libros del autor francés en
castellano.
"Uno lee una página
cualquiera de este escritor y sabe que es suya, lo que llaman 'la música
Modiano'; una forma de escribir muy literaria, evocadora e inquietante a
menudo", anota Herralde, que acaba de contratar el último libro del
escritor francés, ‘Para que no te pierdas en tu barrio’.
Incómodo ante el público,
ante el elogio -incluso rechazó entrar en la Academia francesa-, el nobel saca
a la luz su literatura original, misteriosa, plagada de personajes nacidos de
su desbordante imaginación, que con frecuencia se reencuentran.
Un universo propio,
convertido en un clásico ya de la literatura gala, un lenguaje sobrio, preciso,
que desgrana a mano, como para que los recuerdos en los que se basa lleguen
mejor al papel y que corrige poco, según confiesa.
Aunque solo reconoce un par
de obras autobiográficas, todas beben de sus recuerdos, rodeados siempre de
misterio, entre lo que se desconoce y lo que se oculta, como si quisiera
alumbrar un pasado del que no se siente orgulloso, quizá las relaciones que
durante la ocupación nazi su padre mantuvo con la Gestapo.
En su obra tiene "mucha
presencia la parte autobiográfica más o menos disfrazada, como la búsqueda del
padre. Tuvo un padre muy singular, de un pasado muy turbio", comenta
Herralde.
"Es un autor de una
calidad literaria impresionante, que solo vive para la literatura. Y es una
persona absolutamente fóbica con respecto a todo lo mediático", agrega
Herralde, que ha invitado "en diez ocasiones" a Modiano a visitar
Barcelona para promocionar los libros que Anagrama iba publicando y no ha
conseguido nunca que aceptara.
Herralde destaca también la
reconstrucción de París que hace Modiano en sus novelas, "sobre todo a
partir de la época de la ocupación alemana en los primeros años cuarenta. Es un
tema persistente en bastantes de sus novelas". Y en todas ellas late
"su obsesión por París como ciudad. Es un cartógrafo de la ciudad, de sus
calles y edificios. Casi se podría reconstruir el París de los años cuarenta y
cincuenta a partir de sus novelas, sin ninguna ambición embellecedora sino a
favor de la exactitud", añade el director de Anagrama.
París, Madrid y Copenhague
EFE
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