jueves, 9 de octubre de 2014

Patrick Modiano nuevo Nóbel de Literatura 2014


Patrick Modiano, un maestro de la memoria y los recuerdos

Estudiosos lo consideran un maestro que convirtió los recuerdos en su materia prima literaria.

La Academia Sueca define al autor Patrick Modiano como "alguien que ha escrito muchos libros que se hacen eco unos a otros" y que hablan de "memoria, identidad y aspiraciones".

El escritor francés Patrick Modiano, quien ganó el Premio Nóbel de Literatura 2014, es considerado, como lo anota la Academia Sueca, como "alguien que ha escrito muchos libros que se hacen eco unos a otros" y que hablan de "memoria, identidad y aspiraciones".


Sus obras se centran en temas como la memoria, el olvido, la identidad y la culpa, con la ciudad de París a menudo presente y con un toque autobiográfico o con la ocupación nazi de trasfondo, recurriendo a veces a entrevistas, artículos de prensa o notas propias recopiladas durante años.

Modiano afirma, precisamente, que en parte escribe para afrontar ese pasado, que lo hace de forma natural, como una terapia, poética, contra sus padres ausentes y su adolescencia solitaria, clandestina.

"No escribo para hablar de mí ni para arreglar cuentas (...) Pero estuve marcado en mi infancia por una atmósfera, un clima, situaciones que me sirven para mis libros", confesaba en una reciente entrevista con la revista francesa ‘Télérama’.

Se trata de un pasado que, como el propio autor ha comentado, ha querido abordar como si se tratara de un gran sueño profundo. "De la escritura me gusta más el sueño que el proceso. Escribir no es agradable, hay que materializar el sueño en un papel, y eso te obliga a salir del sueño", afirma Modiano.

Esa maestría para echar mano de los recuerdos, como materia prima del oficio literario, es la que quiso premiar este año la Academia Sueca, que destaca cómo, el autor francés de 69 años, ha evocado a través de una treintena de obras, la mayoría novelas, "los destinos humanos más inaprensibles" y ha descubierto el mundo de la ocupación alemana de Francia durante la II Guerra Mundial.

La Academia Sueca resaltó también la "afinidad" que muestran las novelas de Modiano entre sí, ejemplificada en la ampliación de episodios antiguos o en personajes que reaparecen. "Lo fantástico de él es que sus libros de alguna manera hablan unos con otros. Son como un eco, y eso hace su obra única. Es como el Marcel Proust de nuestra época", dijo Peter Englund, secretario permanente del organismo sueco.

Ese diálogo permanente de toda la obra de Modiano ha sabido configurar un universo polifónico de personajes, que como anota el editor Jorge Herralde, fundador de la editorial Anagrama, ya configuran lo que él ha denominado “la música de Mondiano”. Herralde, precisamente, ha publicado numerosos libros del autor francés en castellano.


"Uno lee una página cualquiera de este escritor y sabe que es suya, lo que llaman 'la música Modiano'; una forma de escribir muy literaria, evocadora e inquietante a menudo", anota Herralde, que acaba de contratar el último libro del escritor francés, ‘Para que no te pierdas en tu barrio’.

Incómodo ante el público, ante el elogio -incluso rechazó entrar en la Academia francesa-, el nobel saca a la luz su literatura original, misteriosa, plagada de personajes nacidos de su desbordante imaginación, que con frecuencia se reencuentran.

Un universo propio, convertido en un clásico ya de la literatura gala, un lenguaje sobrio, preciso, que desgrana a mano, como para que los recuerdos en los que se basa lleguen mejor al papel y que corrige poco, según confiesa.

Aunque solo reconoce un par de obras autobiográficas, todas beben de sus recuerdos, rodeados siempre de misterio, entre lo que se desconoce y lo que se oculta, como si quisiera alumbrar un pasado del que no se siente orgulloso, quizá las relaciones que durante la ocupación nazi su padre mantuvo con la Gestapo.

En su obra tiene "mucha presencia la parte autobiográfica más o menos disfrazada, como la búsqueda del padre. Tuvo un padre muy singular, de un pasado muy turbio", comenta Herralde.

"Es un autor de una calidad literaria impresionante, que solo vive para la literatura. Y es una persona absolutamente fóbica con respecto a todo lo mediático", agrega Herralde, que ha invitado "en diez ocasiones" a Modiano a visitar Barcelona para promocionar los libros que Anagrama iba publicando y no ha conseguido nunca que aceptara.

Herralde destaca también la reconstrucción de París que hace Modiano en sus novelas, "sobre todo a partir de la época de la ocupación alemana en los primeros años cuarenta. Es un tema persistente en bastantes de sus novelas". Y en todas ellas late "su obsesión por París como ciudad. Es un cartógrafo de la ciudad, de sus calles y edificios. Casi se podría reconstruir el París de los años cuarenta y cincuenta a partir de sus novelas, sin ninguna ambición embellecedora sino a favor de la exactitud", añade el director de Anagrama.
París, Madrid y Copenhague

EFE

miércoles, 1 de octubre de 2014

La maravillosa época de las Big Bands Jazz


Count Basie



William "Count" Basie nació el 21 de agosto de 1904 en Red Bank, Nueva Yérsey,  Estados Unidos de América  y falleció el 26 de abril de 1984, en Hollywood, California. Líder de bandas musicales y pianista, Count creció en Red Bank que se sitúa en frente de Nueva York cruzando el Río Hudson.

Se trata de uno de los músicos de jazz más populares de la historia, vinculado, prácticamente durante cincuenta años, a la dirección de una big band de importante influencia en determinados registros estilísticos del jazz asociados, principalmente, al swing y a su corriente más tradicional.

Hijo de padres músicos (su padre, Harvie Basie, tocaba el melófono y su madre, Lillian (Childs) Basie, era pianista), recibió de ella sus primeras lecciones, así como de los pianistas de stride de Harlem, especialmente de Fats Waller.

Su primer trabajo profesional consistió en acompañar a intérpretes de vodevil y en formar parte de un grupo musical que se formó en Kansas City en 1927. Tras trabajar también en una productora de películas mudas, se unió a los Walter Page's Blue Devils en julio de 1928. El vocalista del grupo era Jimmy Rushing.


Basie abandonó la banda a comienzos de 1929 para tocar con otras orquestas, entre las que estaba la liderada por Bennie Moten. Tras la muerte de este, en 1935, Basie trabajó durante un tiempo como solista antes de formar su propia orquesta inicialmente llamada Barons of Rhythm, a la que se incorporaron muchos antiguos miembros de la banda de Moten como Walter Page (bajo), Freddie Green (guitarra), Jo Jones (batería) y Lester Young (saxofón tenor). Jimmy Rushing se convirtió en el cantante. El conjunto consiguió establecerse en el Reno Club de Kansas City y empezó a darse a conocer a través de la radio.

El periodista y productor John Hammond, tras escucharles, les recomendó a varios agentes y compañías discográficas. Como resultado de ello, la orquesta se marchó de Kansas en 1936 y firmó un contrato con el Grand Terrace de Chicago, tras lo cual le siguieron conciertos en Buffalo y Roseland en Nueva York. Su primera grabación fue en Decca Records en enero de 1937. Regresó a Chicago y luego al Ritz Carlton Hotel en Boston. Su grabación de "One O'Clock Jump" se convirtió en su primer tema en las listas de éxitos en septiembre de 1937; más tarde, tras convertirse en su tema más popular, fue incorporado al Grammy Hall of Fame.

El regreso de Basie a Nueva York tuvo lugar en 1938 en el club The Famous Door, que constituyó todo un éxito para la orquesta. En el invierno de ese año, "Stop Beatin' Round the Mulberry Bush", cantado por Rushing, entró en el Top Ten de los éxitos.
A comienzos de 1939 estuvo en Chicago, tras cambiar de compañía discográfica (de Decca a Columbia Records), y luego se marchó a la Costa Oeste.

A comienzos de los cuarenta realizó extensas giras por el país, que duraron hasta la entrada de Estados Unidos en la Segunda guerra mundial en diciembre de 1941, a partir de la cual los movimientos se redujeron.

Durante su estancia en la costa oeste participó con su orquesta en cinco películas, todas ellas realizadas en 1943: Hit Parade of 1943, Reveille with Beverly, Stage Door Canteen, Top Man y Crazy House. Obtuvo también numerosos éxitos musicales tanto en el ámbito del pop como del rhythm and blues: "I Didn't Know About You", "Red Bank Blues", "Rusty Dusty Blues", "Jimmy's Blues" y "Blue Skies".

Tras cambiar otra vez de discográfica, a RCA Victor Records, en 1947 obtuvo varios éxitos con temas como "Free Eats", "I Ain't Mad at You (You Ain't Mad at Me)", "One O'Clock Boogie", "Open the Door, Richard!", etc.

A finales de los cuarenta deshizo su orquesta en un contexto de declive general para las big bands y se decidió durante un tiempo por grupos pequeños. En 1952, sin embargo, volvió a formar una big band con vistas a la realización de giras fuera del país: en 1954, el mismo año en que se le uniría el cantante Jimmy Williams (que estaría con él hasta 1960), tocó, por ejemplo, en Escandinavia.


Con Williams publica en 1955 uno de sus títulos más renombrados, Count Basie Swings - Joe Williams Sings (Clef Records), del que el tema "Every Day (I Have the Blues)" obtendría un formidable éxito alcanzando los más altos puestos en las listas y entrando en el Grammy Hall of Fame. Tuvo también un gran éxito en 1956 su versión instrumental de "April in Paris".

Entre finales de los años cincuenta y primeros sesenta consiguió diversos premios y nominaciones en los Grammy. En 1962, Basie firmó con la nueva compañía de Sinatra, Reprise Records, y grabó con él Sinatra-Basie que entró en la lista de los Top Five a comienzos de 1963.
Todos estos éxitos populares alejaron a Basie del jazz a lo largo de toda la década de los sesenta; sin embargo, a finales de la misma retomó el género con distintos discos con cantantes como Ella Fitzgerald (Ella and Basie!, 1963); otra vez Sinatra (It Might as Well Be Swing, 1964); Sammy Davis, Jr. (Our Shining Hour, 1965); the Mills Brothers (The Board of Directors, 1968); y Jackie Wilson (Manufacturers of Soul, 1968).

Desde comienzos de los setenta empezó a realizar giras fuera y dentro de su país y firmó con la compañía Pablo Records en la que estaría hasta el final de su vida y con la que grabaría una amplia variedad de discos que alcanzaron múltiples premios y nominaciones en los Grammy.

Hacia mediados de los años setenta su salud empezó a deteriorarse, tras sufrir un ataque al corazón en 1976. Murió de cáncer de páncreas en Hollywood, California en 1984.


Editado de textos de Wikipedia.